TIENDA

14 de diciembre de 2016

Cuando te tocan las narices

He entrenado con auténticos atletas a mi lado y a pesar de acabar una hora después que ellos el wourkout de turno nunca me había sentido tan vacía, examinada y suspendida al mismo tiempo como hoy. Algunos atletas no valoran el esfuerzo de los que están empezando, puede que fueran atléticos desde niños o quizá no recuerden lo que es empezar desde cero, como algunas, porque sí, llevo algo más de un año entrenando pero debido a mi deplorable condición al comenzar, (os recuerdo que no podía hacer una burpee o una abdominal ni con sujeción en los pies sumada a mi también otra deplorable condición como asmática), sigo siendo una principiante. He sentido como me miraban por encima del hombro, como si yo y mis chicos estuviéramos jugando con los niños mayores, como si fuera una molestia participar... sí, nos han llegado a decir que estorbamos... sí, puede que sí, que gente con integridad, honestidad y sinceridad te moleste a tí, que por fin enseñas la cara esa que tienes oculta, sí, ser superior de mierda, estorbo y más que lo voy a hacer, porque no ha nacido el hombre que me diga lo que puedo y no puedo hacer, ¿entendido? 
Voy a seguir caminando de sus manos, ayudando a todo aquel que comienza con mucho miedo y dolor, vamos a seguir comprendiendo lo que cuesta cada burpee día a día, vamos a animar a todos a participar del juego aunque eso joda las estadísticas de los seres que se creen superiores, porque no nos importa una mierda, porque las Valkirias siempre quieren más.




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