Esta semana he tenido una conversación la mar de interesante. Hablamos de la gente que te inspira, la que te empuja a perseguir tus metas, tus sueños, la que te hace pensar que puedes conseguirlos, sobre todo en el movimiento fitness. Sacamos varias conclusiones observando nuestras cuentas de instragram y nuestras redes sociales:
- La primera es que la mayoría de las fitgirls nunca estuvo gordita, ni siquiera fofa, fueron delgadas aunque por supuesto ahora ya están mucho mejor físicamente.
- La segunda es que la mayoría también es muy joven, ni siquiera han cumplido los treinta... yo no tuve problemas de báscula hasta los 31 por culpa de un problema hormonal que desapareció dejando grasa para regalar, a partir de los 30 cada año suma también dificultad para ejercitarse.
- Muchas de ellas no tienen un trabajo a tiempo completo, por lo que tienen tiempo y energía suficiente para dedicarse a entrenar y preparar tuppers.
- La gran mayoría tampoco ha sido madre, cosa que complica mucho el tener un cuerpo perfecto, ¿qué sería de ellas si tuveran dos o tres hijos, o fueran madres solteras?
- Casi ninguna de ellas tienen un problema de salud crónico o impeditivo para poder dedicarse en cuerpo y alma a entrenar como toca.
- Y por último y la que más me ha chocado es la impostura de algunas de estas personas: Conociendo a algunas de ellas en persona ha resultado que la personalidad que aparece en las redes no se corresponde con su yo real, es decir, que esta persona que tiene seguidores por su gran capacidad de inspirar y mover al personal en la vida real es alguien totalmente inseguro que necesita de aprobación externa hasta límites enfermizos... ¿cómo es posible esto?
Desde aquí quiero felicitar a todas las que entrenan duro:
tan duro como su vida, trabajo, hijos, edad, enfermedad, kilos se lo permiten. Las hay con obesidad mórbida, con cinco hijos, madres solteras, con trabajos extenuantes con horarios cambiantes y de locos, las hay con enfermedades que limitan tanto su entrenamiento como su vida diaria, las hay que ya no cumplirán los 40 y las hay que no necesitamos fingir ser otra persona para recibir atención y reconocimiento de otros. A todas estas valientes, a todas estas Valkirias GRACIAS, vosotras sí sois las que me inspiráis a seguir a pesar de todo.
